9 de abril 2024
El término Iberoamérica define la región integrada por las naciones americanas que pertenecieron como virreinatos y provincias a los antiguos imperios ibéricos español y portugués. Desde el siglo XV hasta ahora Iberoamérica han mantenido una relación, primero por la colonización y ahora gracias a la cooperación. En las últimas décadas se ha visto un incesante incremento de intercambios comerciales en ambas direcciones.
España es el primer inversor europeo en América Latina. El Instituto de Estudios Económicos del Consejo de Empresarios Iberoamericanos, señaló que el 76% de las empresas españolas aumentó sus inversiones en Iberoamérica en 2023. En un mundo globalizado e interconectado solamente Estados Unidos supera a España como socio comercial de la Iberoamericana.
Cabe destacar que dichos intercambios comerciales benefician a ambas partes. Por un lado, España y por consiguiente la UE representan una transferencia de recursos y el “know-how”. Así mismo, se garantizan el anclar institucionalmente a Iberoamérica y transmitir la seguridad jurídica y asegurarse las materias primas. A su vez, Iberoamérica se garantiza el flujo de inversión español que permite desarrollar sus respectivas economías e invertir en la puerta de entrada de la UE. Las inversiones de Iberoamérica en España constan de más de 63.000 millones € lo que representa un 12% de la inversión extranjera en el país.
Incluso después de la pandemia que afectó severamente, el comercio bilateral entre ambas regiones no pereció; en 2021 el comercio bilateral creció un 27% respecto a 2020. Se estima que la balanza comercial es favorable hacia Iberoamérica ya que exporta mucho más de lo que importa (ver gráfico 2). La relación es una constante a lo largo de los años.
Según múltiples estudios la región seguirá siendo muy atractiva para invertir ya que las inversiones son rentables. Los lazos humanos, históricos, sociales, culturales, políticos, económicos y lingüísticos hacen de Iberoamérica una constante en la política exterior de todos los Gobiernos españoles y lograr estar presente en la mentalidad de la Unión Europea.
En resumen, la relación entre España y los países iberoamericanos, forjada a lo largo de siglos de historia compartida, ha evolucionado hacia una asociación marcada por la cooperación y el intercambio comercial. España, como principal inversor europeo en América Latina, ha contribuido significativamente al desarrollo económico de la región, mientras que los países iberoamericanos han proporcionado a España oportunidades para expandir sus inversiones y comercio exterior. A pesar de los desafíos, como la pandemia global, el comercio bilateral ha demostrado ser resiliente y ha seguido creciendo, mostrando un futuro prometedor para la colaboración continua y el fortalecimiento de los lazos entre ambas regiones.