Establecer una filial en Alemania es una excelente decisión estratégica para las empresas extranjeras que desean acceder a uno de los mayores mercados de la Unión Europea. Tanto si desea ampliar sus actividades empresariales como entrar en el mercado alemán por primera vez, comprender el proceso de creación de una filial es esencial para el éxito de su empresa. Obviamente, hay etapas que considerar, así como aspectos jurídicos y fiscales.
Para los países europeos, establecerse en Alemania es más fácil que para los países de fuera de Europa. De hecho, la Unión Europea regula las ayudas y las leyes.
¿Cuáles son los requisitos para crear una filial en Alemania?
Para todas las empresas:
Tendrá que realizar todos los trámites necesarios en el Registro Mercantil alemán, así como ante las autoridades fiscales y de la Seguridad Social. Además, tiene que obtener un número de empresario antes de contratar empleados y darles de alta en el seguro médico.
La tramitación de esta información puede tardar entre 6 y 12 semanas. Durante este periodo, es aconsejable abrir cuentas bancarias en Alemania. Además, el consejo de administración de la empresa matriz debe aprobar una resolución explicando la decisión de crear una filial. Es posible que algunos documentos deban certificarse oficialmente ante notario antes de presentarlos en el registro mercantil alemán.
Según la normativa local, una filial suele funcionar como una sociedad de responsabilidad limitada con su propio capital social, estructura de gestión y sistema contable, independientes de los de la empresa matriz. También puede crear una sucursal de su empresa matriz en Alemania y ejercer su actividad bajo el nombre de la empresa matriz.
De hecho, crear una filial es más complejo que abrir una sucursal; depende del tiempo y la inversión que la empresa haya destinado a este proyecto. Una filial permitirá a la empresa ser un actor de pleno derecho en el mercado alemán y actuar como local. La filial es libre de cambiar de nombre, por qué no un nombre alemán que podría ser más adecuado para el país, por ejemplo.
Además, estar cerca del cliente permite estar en el centro de la acción, comprender directamente las diferencias culturales y del mercado y, sobre todo, ser capaz de anticipar ciertos obstáculos y complejidades.
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